El
método de estudio de Marx tuvo una serie de características propias, que
se basan principalmente en el método de análisis abstracción-deducción, pero
también en el conflicto social y el materialismo histórico. Marx llevó el
pensamiento filosófico de Hegel hacia la teoría económica, y así pudo
analizar los procesos que configuraron el capitalismo de su época.
Capítulo II
En
la sociedad capitalista, para Marx hay una mayor importancia de la movilidad
del trabajo. En éste punto, Marx llega a una idea fetichista del trabajo, según
la cual las relaciones sociales se asemejan a las relaciones fetichistas
asociadas a las cosas. Así Marx entiende que lo material, dentro de la
estructura productiva, tiene un dominio sobre el hombre y no al revés. En
ninguna otra doctrina, la independencia del poder de las cosas ha tenido tanto
peso como en la economía clásica: tierra, trabajo y capital
En
el capitalismo, cada individuo del proceso productivo, es un agente individual,
ya sea terrateniente, capitalista u obrero. La realidad, es según Marx que esto
es una falacia porque se intenta poner teóricamente al obrero en posición de
igualdad cuando la realidad es muy distinta. el obrero es en realidad explotado
mientras terratenientes y capitalistas disponen de la plusvalía que el obrero
sin darse cuenta les regala de su trabajo.
Capítulo III
Así
se llega a una teoría del valor, en la cual éste es considerado como el tiempo
de trabajo, que por otra parte tiene el impedimento de la dificultad para ser
medido o calificado, por lo que Marx considera a todos los tipos de trabajo
como iguales en valor. En el caso de la demanda, Marx apunta a que la demanda
está condicionada por las clases sociales.
El
capitalismo rompe la producción simple de mercancías mediante la cual cada
productor posee y trabaja con sus propios medios de producción. El capitalismo
implica que la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto
de individuos, mientras otro realiza el trabajo. La compra y venta de fuerza de
trabajo como una mercancía es la diferencia específica del capitalismo en
relación con otros regímenes de producción.
Capítulo IV
En
la producción simple las mercancías son el principio y final de la transacción.
Mercancías pasan a Dinero y vuelven a ser mercancías. En cambio en el
capitalismo el dinero es el principio y el fin. El capitalista se presenta con
Dinero en el mercado, compra Mercancías y vuelve al mercado con un producto que
se convierte de nuevo en Dinero’, siendo una cifra mayor que la incial.
La plusvalía
es lo que determina que el trabajo sea una mercancía más, pero a diferencia del
resto, ésta mercancía añade a la producción una cantidad mayor de valor que el
que debería por el precio al que se ha comprado, mediante un contrato de
trabajo.
El valor
total que sale de la producción se compone de: capital constante, capital
variable y la plusvalía. El valor total equivale a las entradas brutas por
ventas, el constante al desembolso en materiales más depreciación, el capital
variable al desembolso en sueldos y la plusvalía al ingreso disponible para su
distribución como interés y dividendos, o reinversión en el negocio (Dinero’).
Para
el capitalista, la tasa más importante es la de ganancia, puesto que es la
proporción de plusvalía con respecto al capital desembolsado. Como en el caso
de la tasa de ganancia de la plusvalía, también en la tasa de ganancia se da
una supuesta igualdad que no se cumple, la que se supone entre industrias,
empresas y trabajadores. De todos modos, la ley del valor tiene menor efecto
del esperado porque la realidad tiende a crear monopolios y oligpolios que en
gran medida distorsionan ésta ley del valor.
Capítulo V
Concepto
de reproducción simple: El capitalismo mantiene sus mismas dimensiones y
proporciones entre las partes del sistema, y que necesita ante todo el consumo
de la clase obrera y y el gasto de la plusvalía en caso de los capitalistas,
para así renovar el capital. Este proceso es lo que se denomina acumulación, y
procede del mayor interés del capitalista, que es ampliar su capital. Al
realizar ésta maniobra lo que consigue es convertir la plusvalía (que ha
obtenido de la explotación del trabajo) y la convierte en capital adicional.
Todo este proceso hace que los capitalistas se distingan sobre todo por un afán
de perfeccionamiento, que les lleva a distinguirse entre ellos por la capacidad
de ampliación de su capital.
Pero
la acumulación de capital implica sobre todo un aumento en la demanda de fuerza
de trabajo, que puede tener un efecto en la subida de su precio, respecto al
valor, lo cual implica que no haya una igualdad entre ambas, dando lugar a la
plusvalía, objetivo necesario del capitalista. Para esto propone Marx una
solución dominada el ejército de reserva del trabajo. La competencia activa en
el mercado de trabajo ejerce una presión constante hacia abajo, en el nivel de
salario. La nueva maquinaria, como respuesta a la subida del precio de la fuerza
de trabajo, implica que éste ejército de reserva aumente y ejerza presión sobre
el sistema. El capitalismo necesita de alguna manera que ejército se renueve
para que los salarios se mantengan bajos, pero esto a su vez produce crisis,
por lo que Marx afirmó que el capitalismo sin crisis no podría tener las
dimensiones que conocemos de él.
Capítulo VI
La
ley de los rendimientos decrecientes de Stuart Mill frena teóricamente la
acumulación, que por otro lado desarrolla y agranda el ejército de reserva. El
capitalismo, no hay que olvidarlo, necesita de la existencia del ejército de
reserva para que haya mano de obra barata y mantener así la plusvalía, lo que
determina finalmente que la acumulación de capital deba traer consigo una
productividad que la haga viable. Es lo que se denomina composición orgánica
del capital en sentido ascendente, que implica un aumento de la productividad y
por tanto de la plusvalía.
Sin
embargo Marx no se percató de que el aumento de la composciión orgánica del
capital, al hacer más productivo al capital le otorgaría finalmente mayor
plusvalía, y consideró, teniendo en cuenta las tesis de Stuar Mill, que todo
aumento progresivo de la acumulacion de capital tendría como consecuencia el
colapso de la actividad del capital, y haciendo descender la tasa de ganancia.
A los ojos de Sweezy, no hay ninguna teoría general que pueda determinar que el
capitalista tenga éxito o no en la restauración de la tasa de ganancia o para
apresurar su descenso. De tal modo, aunque el efecto primero sea deprimir la
tasa de ganancia, la acumulación no pierde sentido para la clase capitalista
,porque siempre obtendrán más plusvalía.
De
todas formas no hay que olvidar que hay otras causas que sí pueden deprimir la
tasa de ganancia: sindicatos, el estado a favor de trabajadores. Y al
contrario, ascendentes: organizaciones patronales, exportación de capital,
monopolios estado a favor del capital, etc.
Capítulo VIII
Como
consecuencia de la aplicación del dinero como mercancía de intercambio, el
resultado a lo largo de la historia económica capitalista, ha sido que se
produzca más de lo que se llegue a comprar, lo cual está determinado por
circunstancias del mercado difíciles de augurar. Se produce entonces una crisis
de sobreproducción, pero teniendo su verdadera causa se encuentra en las
condiciones que llevaron a los productores a invertir en ciertos productos y no
otros. En definitiva, as crisis son producto de la producción ampliada de
mercancías, mientras que en la simple son menos probables.
A
raíz de la ley de Say sostiene que todo lo que es comprado es igualmetne
vendido por igual cantidad, por lo que la circulación de mercancías no puede
interrumpirse y que por tanto no hay crisis de sobreproducción. La problemática
del asunto está en que en el modelo simple es así, pero en el modelo ampliado,
basado en la composición orgánica de capital, que tiende hacia su crecimiento
constante, no es demostrable que la sobreproducción no sea posible. Al
contrario, es más bien probable. El capitalista, devuelve el dinero a la
circulación, pero cambia el proceso de circulación.
El
capitalismo se considera producción para obtener ganancia, y es lo que explica
por qué el capitalismo es peculiarmente susceptible a las crisis de
sobreproducción. Cualquier interrupción en el proceso de la circulación,
cualquier retención del poder de compra respecto del mercado, puede iniciar una
contracción en el proceso de circulación, que origina el fenómeno de la
sobreproducción. Si la tasa de ganancia desaparece o se vuelve negativa, el
incentivo a la producción deja de existir, se retira el capital de la
circulación y comienza una crisis seguida de sobreproducción. En cambio si la
tasa de ganancia simplemente desciende, no hay razones para pensar que los
capitalistas reduzcan sus operaciones, pudiendo provocar una crisis. De tal
modo, la forma específica de la crisis capitalista es una interrupción del
proceso de la circulación provocada por un descenso en la tasa de ganancia más
allá de su nivel ordinario.
En
resumen, el capitalista necesita que su tasa de ganancia se mantenga ordinaria,
pero si se empieza a generalizar una bajada en las tasas de ganancia, se
paraliza la circulación del dinero y por consiguiente de la demanda, dando
lugar a una crisis en la producción.
Existen
2 tipos de crisis:
Las
relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de ganancia, y las crisis
de realización, que viene provocada por la incapacidad de realizar valor
intrínseco en las mercancías. Son crisis que tienen consecuencias distintas,
pero que provienen de una causa común: el descenso de la tasa de ganancia.
En
la crisis de tendencia descendente de la tasa de ganancia, tiene que ver con
movimientos en la tasa de plusvalía y en la composición de capital, quedando
intacto el valor. En la de realización tiene que ver con fuerzas que provocan
un déficit general en la demanda efectiva de mercancías.
Capitulo
IX
Existe
una cadena causal previa a la crisis se mueve desde la tasa de acumulación que
cae, ésta tendencia descendente pasa al empleo, y ésta tendencia hace bajar los
salarios y finalmente a la tasa de ganancia. Cuando la tasa de ganancia baja
por debajo de lo normal u ordinario, impide la acumulación y provoca la crisis,
que se convierte en depresión económica, que de nuevo creará las condiciones
favorables para una nueva acumulación. Es un bucle constante entre acumulación
y tasa de ganancia que deprime a la economía.
La caída de la tasa de ganancia y los
salarios, implica una caída de la demanda y por tanto de la producción, pero el
stock ya producido es imposible de ser vendido. Se da una depresión que
incrementando del ejército de reserva y depreciando los valores del capital,
permite restablecer la lucratividad de la producción y por éste medio se ponen
las bases para reanudar la acumulación. El proceso tenderá a reproducirse,
pasado un tiempo, cuando de nuevo la acumulación sea posible para los
capitalistas y esto signifique un aumento de la tasa de ganancia y salarios
para los trabajadores que tiren de la demanda.